TEMA
5: mundos literarios
Cuando
se habla de mundos literarios, hablamos de esos pequeños universos
estructurados, múltiples y diversos de ideas, conceptos y representaciones de
lo literario. Los mundos literarios o mundos posibles son muy variados y una
clasificación de ellos debe considerar el tiempo y el espacio en que se
desenvuelven los personajes y el tipo de acciones que ejecuten. Entonces, según
el tipo de realidad que se
representan, podemos encontrar los
siguientes mundos literarios:
v El mundo fantástico: el mundo fantástico se caracteriza por presentar un quiebre
con respecto a lo que conocemos como normal, lo real y cotidiano. Lo
imposible, lo inconcebible y lo inexplicable se hacen presente y desmoronan los
esquemas de la realidad, provocando en el lector desconcierto. Lo fantástico es
ese desconcierto o vacilación (duda) del lector ante un acontecimiento
aparentemente sobrenatural, que lo lleva a preguntarse: ¿será posible o
imposible esto?
Por ejemplo, en el cuento “El Aleph” de Jorge Luis Borges leemos en
una parte: un Aleph
es uno de los puntos del espacio que contiene todos los puntos. –Está en el
sótano […] yo lo descubrí en la niñez. […] ¿El Aleph?, repetí. Sí, el lugar
donde están, sin confundirse, todos los lugares del orbe, vistos desde todos
los ángulos […] En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una
pequeña esfera tornasolada […] El diámetro del Aleph sería de dos o tres
centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí, sin disminución de tamaño […]
Vi en él el mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi
todos los espejos del planeta, vi nieve, tabaco, vapor de agua, vi la noche y
el día contemporáneo, vi mi dormitorio sin nadie, vi tigres, bisontes,
marejadas y ejércitos, vi todas las hormigas que hay en la tierra, vi la
circulación de mi oscura sangre, vi el engranaje del amor y la modificación de
la muerte, vi mi cara y mis vísceras, vi tu cara y sentí vértigo y lloré porque
mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural […] el inconcebible
universo.
v El mundo mítico: los mitos y las leyendas son relatos
anónimos de tradición oral que nos remiten a un pasado más o menos remoto. Surgieron
como respuesta del ser humano para poder explicar hechos y fenómenos que en
aquel entonces no tenían una explicación objetiva: el mito explica el origen de
temas universales como el mundo, la humanidad, el día, la noche; por otro lado,
la leyenda explica el origen de determinadas costumbres de una población, la
vegetación y la fauna de una región particular, etc. Los mitos se caracterizan
por la presencia de dioses, semidioses, héroes; y las leyendas personas de
carne y hueso, animales, vegetaciones.
Por
ejemplo: “Y cuando el fuego
comenzó a subir, Anahí se fue convirtiendo en árbol, identificándose con la
planta en un asombroso milagro. Al siguiente amanecer, los soldados se
encontraron ante el espectáculo de un hermoso árbol de verdes hojas relucientes,
y flores rojas aterciopeladas, que se mostraba en todo su esplendor, como el
símbolo de valentía y fortaleza ante el sufrimiento.” (Leyenda del ceibo).
v El mundo real o realista: es el mundo tal cual como es, como lo
vivimos diariamente, con todas sus leyes y manifestaciones. Su finalidad es
reflejar objetivamente los rasgos característicos de su época, los lugares, la
naturaleza, los tipos humanos, las causas y los efectos de un determinado
hecho.
Existe una
cronología comprobable y espacios efectivos donde se desarrollan los diferentes
hechos que nos rodean o que nosotros mismos experimentamos, hay una secuencia
en el tiempo y en el espacio. Para ello el escritor utiliza el método de
observación directa de la realidad referida. Mientras más exhaustivas son las
descripciones, mayor credibilidad se logra en el lector. Este mundo
representado debe corresponder fidedignamente al mundo que conocemos como
“real”.
Por ejemplo, en “El llano en llamas” de Juan Rulfo leemos: Pocos días después, en el Armería, al ir
pasando el río, nos volvimos a encontrar con Petronilo Flores. Dimos marcha
atrás, pero ya era tarde. Fue como si nos fusilaran. Pedro Zamora pasó por
delante haciendo galopar aquel macho barcino y chaparrito que era el mejor
animal que yo había conocido. Y detrás de él, nosotros, en manada, agachados
sobre el pescuezo de los caballos. De todos modos, la matazón fue grande. No me
di cuenta de pronto porque me hundí en el río debajo de mi caballo muerto, y la
corriente nos arrastró a los dos, lejos, hasta un remanso bajito de agua y
lleno de arena.
v El mundo de ciencia ficción: este mundo aspira a ser tomado como
verosímil y abarca a lo científico, ya que es un augurio o un anticipo a lo que
la sociedad podría llegar a ser más adelante: un mundo avanzado en tecnología o
en vías de destrucción. Temas propios de esta literatura son los
descubrimientos y usos de objetos de última generación, viajes fuera del
planeta, extraterrestres; historias de robots o personas con microchips en sus
cuerpos, entre otros.
Por
ejemplo: “Cierta
noche, Martin observó desde su ventana, una estela de luz que caía desde el
cielo, la velocidad de la luz aumentaba cada vez más y más por lo que Martin
sentía miedo y al mismo tiempo curiosidad. La luz aterrizó en un terreno
abandonado a pocos metros de su casa, así es que se armó de valor y fue a
investigar el origen de aquella luz tan grande y luminosa…”
v El mundo maravilloso: Se caracteriza por la presencia de seres
mágicos (hadas, duendes, brujas, ogros, dragones…), hechos ilógicos que son
naturales o normales sólo dentro de ese mundo. Lo que allí sucede se aparta de
nuestra realidad; pero los personajes lo viven como normal y cierto.
No es un quiebre
de la realidad, sino que es un mundo diferente, aislado, que posee leyes
propias, válidas y específicas sólo para este tipo. Dentro de lo maravilloso se
hallan los cuentos de hadas, duendes, brujas, gigantes, etc. Este mundo aparece
en los cuentos folclóricos y tradicionales.
Por ejemplo, en el cuento
“Las aventuras de Pinocho” de Carlo Collodi leemos: “Érase una vez, un carpintero llamado Gepetto
que decidió construir un muñeco de madera, al que llamó Pinocho. Con él,
consiguió no sentirse tan solo como se había sentido hasta aquel momento.
-
¡Qué bien me ha quedado! - exclamó una vez acabado de construir y de pintar-.
¡Cómo me gustaría que tuviese vida y fuese un niño de verdad!
Como
había sido muy buen hombre a lo largo de la vida, y sus sentimientos eran
sinceros. Un hada decidió concederle el deseo y durante la noche dio vida a
Pinocho.”
Actividades:
1- Leer los cuentos “A la
deriva” y “Los inmigrantes” de Horacio Quiroga.
2- ¿Cuáles son sus
personajes?
3- Describir el lugar, la
vegetación, la fauna, el clima donde suceden los hechos en cada cuento.
4- Los dos cuentos comparten
la misma temática, notables al final. Con sus propias palabras explicar cómo
termina cada uno. Entonces, ¿cuál es el tema central en ellos?, ¿qué palabras o
frases a lo largo de los cuentos ayudan a conformar ese tema central?
5- ¿A qué mundo literario
pertenecen estos cuentos? Justificar su respuesta.
6- La leyenda del Timbó leída
en el tema anterior, ¿a qué mundo literario pertenece?
Fecha de entrega:
sábado 16 de mayo de 2020.
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